Google Groups Suscribirse a Esclerosis Lateral Amiotrofica - ELA Argentina
Correo electronico:
Ver archivos en groups.google.com.ar

lunes, abril 16, 2007

 

La eutanasia y el cardenal de Milán

España- La eutanasia y el cardenal de Milán

Luis Manuel Arce*, E-Mail: serviex@prensa-latina.cu
Madrid (PL).- Sectores españoles favorables a la práctica de la eutanasia siguen de cerca las declaraciones del cardenal de Milán, Carlo Maria Martini, reproducidas por diversos diarios y cadenas de radio y televisión.
El prelado considera que, desde el punto de vista jurídico, continúa abierta la exigencia de hacer una normativa que reconozca la posibilidad del rechazo de las terapias por un enfermo terminal, sin que eso implique, en ningún modo, la legalización de la eutanasia.
Algunos en la propia Italia interpretan esas palabras como la aceptación por un sector de la Iglesia de la muerte con dignidad, y sin llegar a pronunciar las palabras suicidio o eutanasia, consiente el desenlace provocado o asistido.
Las reflexiones de Martín llegan a España en un momento en que el debate en torno a la eutanasia gana adeptos y en la misma medida en que la televisión, para aumentar audiencia, busca casos dramáticos de enfermos para llevar a la pantalla.
Coinciden también con el debate político acerca de la constitución de un Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía Personal y la Atención a la Dependencia, un órgano que regirá la puesta en marcha de la atención a las personas invalidadas.
Hay grandes discrepancias en uno y otro tema en los que la mayoría de las tiendas políticas enfrentan al derechista Partido Popular, que presenta las ideas más retrógradas tanto en lo que respecta a la eutanasia como a los pacientes postrados para toda la vida.
Precisamente el pasado viernes 12 una mujer francesa, de 69 años, y con esclerosis lateral amiotrófica, se quitó la vida en su casa de la playa de la Albufereta en Alicante, asistida por varios miembros de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD).
Esta institución se pronuncia, como su nombre indica, por el derecho a una muerte digna, llámese el hecho eutanasia, o como ahora proponen en Italia, o como sea.
Martini, en su artículo para el diario italiano Il Sole 24 Ore, acepta una clave de la resolución del asunto.
El sacerdote admite que “no se puede ignorar la voluntad del enfermo, pues a él compete” valorar si las terapias que se le proponen, “en tales casos de excepcional gravedad, son efectivamente proporcionadas”.
El debate en Italia, semejante al de España, donde lo reavivó la película Mar Adentro sobre un caso real, y ahora la ciudadana francesa, se centra en el ensañamiento terapéutico con referencia en la muerte de Piergiorgio Welby, enfermo también de distrofia muscular.
Ello ha permitido hablar en Italia de “interrupción del ensañamiento terapéutico” en lugar de “eutanasia”, aunque para el común de los mortales se trate de lo mismo. Por ello, las palabras de Martini se insertan de lleno en el debate sobre la muerte asistida.
Para algunos defensores de la muerte con dignidad, el cardenal romano está de su parte cuando señala: Las nuevas tecnologías médicas permiten intervenciones cada vez más eficaces sobre el cuerpo humano. Por esta razón exigen un suplemento de sabiduría para no prolongar los tratamientos cuando ya no ayudan a la persona.
Para él, la diferencia entre una y otra acción no es tan sutil como la ven muchas personas. Filosofando sobre ello, el prelado marca la distancia: La eutanasia cumple un gesto que tiene la intención de acortar la vida, causando positivamente la muerte, mientras que evitar el ensañamiento terapéutico supone renunciar al uso de procedimientos médicos desproporcionados y sin una esperanza razonable de un resultado positivo.
El concepto filosófico está en este razonamiento del clérigo: Al evitar el ensañamiento terapéutico no se quiere procurar la muerte: se acepta que no se puede impedir, asumiendo así los propios límites de la naturaleza humana mortal. Y esa reflexión conduce a una determinación: Desde el punto de vista jurídico, por tanto, sigue abierta la exigencia de elaborar una normativa que consienta reconocer la posibilidad del rechazo, informado, de las terapias en cuanto y tanto sean consideradas desproporcionadas por el paciente.
Y lo más difícil que propone el cardenal de Milán: esa normativa tiene que proteger al médico de eventuales acusaciones, todo ello sin que implique en ningún modo la legalización de la eutanasia. Difícil, ¿verdad?
*El autor es Corresponsal de Prensa Latina en España.

Fuente:
ttp://www.prensalatina.com.mx/

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?